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¿Cómo podría Dios permitirnos entrar al Cielo con corazones
resentidos, amargura, envidia, celos, odios, conjetura de males, o
cualquier otro defecto de carácter? El carácter no será transformado
cuando venga Jesús.
“Muchos se están engañando al creer que el carácter será
transformado cuando venga Cristo; pero cuando él aparezca no se
convertirán los corazones. Tendremos que habernos arrepentido de
nuestros defectos de carácter y tendremos que haberlos vencido por la
gracia de Cristo durante el tiempo de gracia”. HC, 288.
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos
perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad”. 1 Juan 1:9.
“La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”. 1
Juan 1:7.
Hoy pueda que nuestros corazones estén limpios. Hoy quizás
tengamos una actitud apropiada. Si acudimos a Jesús y le entregamos
todos nuestros pensamientos y sentimientos pecaminosos, nuestras
actitudes inadecuadas, la sangre de Jesús nos limpiará de todo pecado.
Él puede transformar nuestros corazones y llenarnos con su amor hoy.
“Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, Para
santificarla limpiándola en el lavacro del agua por la palabra, Para
presentársela gloriosa para sí, una iglesia que no tuviese mancha ni
arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa y sin mancha”. Efesios
5:25-27.
“Es solamente los benditos y los santos quienes estarán listos para la
primera resurrección; pues cuando venga Cristo, él no cambiará el
carácter.… La Palabra de Dios declara que debemos ser hallados sin
mácula, sin mancha o arruga ni cosa semejante”. ST, 02/09/91.
“Lo que es de valor a la vista del cielo es el carácter espiritual y
moral, y éste es el que sobrevivirá a la tumba y será hecho glorioso
con inmortalidad por los siglos infinitos de la eternidad”. 1MS, 303.
“Procurad con diligencia que seáis hallados de él sin mácula, y sin
reprensión, en paz”. 2 Pedro 3:14.
“La gracia de Cristo debe entretejerse en cada fase de nuestro
carácter”. CsS, 634
“En sus esfuerzos por alcanzar el ideal de Dios, el cristiano no debería
desesperarse de ningún empeño. A todos es prometida la perfección
moral y espiritual por la gracia y el poder de Cristo. El es el origen
del poder, la fuente de la vida.… A cada paso sentimos su poder
viviente”. HAp, 381.
Analizaremos un ejemplo más de personas que se consideraban
fieles seguidores de Jesús pero entonces descubrieron que estaban
engañados. ¿Cuál era la necesidad de los laodicenses?
Sé un Cristiano Caliente
“Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí dice el Amén, el
testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios: Yo conozco
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